Hijos míos, los observo y veo cómo el mundo que les di se ha llenado de sufrimiento, divisiones y desamor. Pero aún queda esperanza. Aún hay tiempo para que vuelvan a mí y recuperen el propósito con el que fueron creados. Cada uno de ustedes lleva dentro una chispa divina, un potencial inmenso para amar, sanar y transformar. No se dejen consumir por el egoísmo, la ambición o el miedo.
Javier pacheco
Hapus Komentar
Apakah Anda yakin ingin menghapus komentar ini?
Marlys Rabelo
Hapus Komentar
Apakah Anda yakin ingin menghapus komentar ini?
Marlys Rabelo
Hapus Komentar
Apakah Anda yakin ingin menghapus komentar ini?